TRAZAS 10
Las palabras se han quebrado
y estallan en esquirlas de versos bravos
Nadie encendía esas lámparas
nadie dibujaba el azar en el humo
nadie lloraba en la alborada
Los santos espacios de la pradera
donde un mojón es la sombra
de quien ya no te nombra
El blues de las palabras rotas
o el humor de la encrucijada sin juramento
enhebrar el sentido verso, sin son.
los rostros del agua son
como el retorno de un sueño inocente
las arrugas los arroyos del olvido.
Ante la cima de la imagen
que dormita en la yema de los dedos
en el lóbulo de la oreja del gigante
las araucarias que se mecen
entonando un silbido fúnebre
y en la arena el artista
construye su mejor obra
para que la lluvia la barnice
Los soles se cuadran a la espera
del paisaje de otro mundo
nos encontrará trémulos
A la sombra de las galerías
de la casa en el campo
donde el libro despierta la aventura
Un relincho mece en su esplendor
el ojal de la flor marchita
en su última exhalación lúbrica
Juegos de luces
sombras que no se rinden
espanto que no arde, y se desplaza
y estallan en esquirlas de versos bravos
Nadie encendía esas lámparas
nadie dibujaba el azar en el humo
nadie lloraba en la alborada
Los santos espacios de la pradera
donde un mojón es la sombra
de quien ya no te nombra
El blues de las palabras rotas
o el humor de la encrucijada sin juramento
enhebrar el sentido verso, sin son.
los rostros del agua son
como el retorno de un sueño inocente
las arrugas los arroyos del olvido.
Ante la cima de la imagen
que dormita en la yema de los dedos
en el lóbulo de la oreja del gigante
las araucarias que se mecen
entonando un silbido fúnebre
y en la arena el artista
construye su mejor obra
para que la lluvia la barnice
Los soles se cuadran a la espera
del paisaje de otro mundo
nos encontrará trémulos
A la sombra de las galerías
de la casa en el campo
donde el libro despierta la aventura
Un relincho mece en su esplendor
el ojal de la flor marchita
en su última exhalación lúbrica
Juegos de luces
sombras que no se rinden
espanto que no arde, y se desplaza
Tu herida
acaso tu famélica sonrisa
de diosa regurgitada. El tiempo.
Siento
mil salobres bocas
que acosan el dormir. La piel.
Y las palabras que se rearman
en un final banal
Cartel publicitario. Dolor.
Entiendo la razón de lo irrazonable
imposible escucha del mar.
La arena perpetrada
en un dibujo expuesto. Efímero.
Somnolencia.
La espera y el logro
Otro silencio. Levanto la vista hacia atrás.
En la plaza de pueblo
los niños chillan
y yo te leo. Te extraño.
Quiero y quieres
oír el sonido herrumbrado
de esas palabras. Rotas.
Como la arena. Seca
dispersa en el viento
Hecha lágrima. Molestia.
5 Comments:
las palabras rotas, quebradas... cuánto dicen aún sin poder expresarlas, cuántas veces tratamos de rearmarlas y sólo nos quedan frases incoherentes.
Me ha llegado mucho este poema.
7:46 p. m.
Muy lindo esto, sobre todo los dos ultimos parrafos. Te escribi comentarios en los tres posts de abajo tuyo, beso, Lu.
10:45 a. m.
Lindo, querido, como siempre. Describiste a la perfección mi estado de ánimo de hace unas semanas.
Besos!
1:10 p. m.
Ginger: ¿estaremos conectados? ¿habrá una especie de lazo, o el azar juega su baraja?
7:56 p. m.
Quizás el azar juega su baraja, pero me encantaría estar conectada y/o enlazada a ti...
Besos!
12:36 p. m.
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