TRAZAS 13
Qué difícil amague
en la ropa de otro
al que nada le atañe
Casi meditabundo
de graffitis ahorrados
la pared blanca tienta como la hoja
Pero por los poros
de noche urbana
anda y desanda hastíos
Con puñales en los ojos
abro la espesura del río verde
El sillón se desploma
bajo la turbia mirada
los vahos desalientan
Como perros
muerden el aire diáfano
los colibríes
Nadie cuenta nada
nadie amaga
derrumbar todo, de una buena vez
Las bicicletas
suman una estampa
al dibujo caprichoso del camino
La boca como catarata
te espera en la sombra del monte
mi boca
Pero cada poro
escalda un ahorro de pasión
No pasaré por ese ojo de aguja
no pasaré sin antes demorarme
en los deslices de tu falda
La grieta en el cielo
es un rastro, una huella
los días mueren de a pedazos.
No intentaré atraerte
a este cadalso de palabras
ellas solas escapan.
Navegar por el río inflamado
con los ojos cerrados
y los brazos abiertos
La tempestad me deja en la orilla
los sueños abren un juego diabólico
ya no estás.
No hay tango que silbar
ni milonga que bailar
el silencio es como la siesta
No hay tango que silbar
no hay eco donde volcarse
de un manotazo borramos la estirpe
Menos mal que los desahogos
terminan con la mañana
con la lentitud de la mañana
Por repetir una imagen
el espejo se quebró
mil realidades fragmentadas
Es cierto que los perros
no se parecen a los colibríes
menos cuando muerden
A orillas de la ruta
los párpados descansan
el disturbio del mundo tal cual es.
Es cierto que no se repiten
los abrazos los besos los amores
Quizá sea cierto.
La pelusa del damasco
se lleva en el tacto
toda la vida
La esfinge
ya no pregunta.
en la ropa de otro
al que nada le atañe
Casi meditabundo
de graffitis ahorrados
la pared blanca tienta como la hoja
Pero por los poros
de noche urbana
anda y desanda hastíos
Con puñales en los ojos
abro la espesura del río verde
El sillón se desploma
bajo la turbia mirada
los vahos desalientan
Como perros
muerden el aire diáfano
los colibríes
Nadie cuenta nada
nadie amaga
derrumbar todo, de una buena vez
Las bicicletas
suman una estampa
al dibujo caprichoso del camino
La boca como catarata
te espera en la sombra del monte
mi boca
Pero cada poro
escalda un ahorro de pasión
No pasaré por ese ojo de aguja
no pasaré sin antes demorarme
en los deslices de tu falda
La grieta en el cielo
es un rastro, una huella
los días mueren de a pedazos.
No intentaré atraerte
a este cadalso de palabras
ellas solas escapan.
Navegar por el río inflamado
con los ojos cerrados
y los brazos abiertos
La tempestad me deja en la orilla
los sueños abren un juego diabólico
ya no estás.
No hay tango que silbar
ni milonga que bailar
el silencio es como la siesta
No hay tango que silbar
no hay eco donde volcarse
de un manotazo borramos la estirpe
Menos mal que los desahogos
terminan con la mañana
con la lentitud de la mañana
Por repetir una imagen
el espejo se quebró
mil realidades fragmentadas
Es cierto que los perros
no se parecen a los colibríes
menos cuando muerden
A orillas de la ruta
los párpados descansan
el disturbio del mundo tal cual es.
Es cierto que no se repiten
los abrazos los besos los amores
Quizá sea cierto.
La pelusa del damasco
se lleva en el tacto
toda la vida
La esfinge
ya no pregunta.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Volver al principio