La más variada fauna, entre pensamiento, imagen, poesía y erotismo: ¡todo!, en definitiva.

11.1.06

Nunca tuve tanto... calor

No puedo acercarme al teclado (aunque no estoy amarrado a ningún palo mayor) que como una sirena me enloquece de promesas. Es que el calor que hace estos días en Corrientes evapora la sangre y acorta los nervios de tal modo que es imposible moverse sin riesgo de estallar, incendiarse espontáneamente como los montes de eucaliptos. Escucho la blusera y aprovechando un préstamo leo, como si fuese un castigo celestial, el código da vinci, para no quedarme con la duda de que mi prejuicio por los mejores vendidos me impidiera pasar por alto una obra maestra de la narración. Uno puede pensar que no siempre millones de moscas se equivocan, aunque el refrán sea un tanto diferente.
Luego de unos pocos capítulos, levanto la mirada hacia el estante de mi biblioteca donde tengo la reserva de ‘los por leer’, y verifico que aún esté allí un probable antídoto. Gordo como nunca La Grande me tienta (para los que no son argentinos; la última novela de Juan José Saer, publicada luego de su reciente muerte).
El librejo del código en cuestión (hasta me dan ganas de volver a leer El Nombre de la Rosa) está construido en base a capítulos muy cortos, que me recuerdan a las recetas de los popes del weblog acerca de la extensión adecuada de los post: para lectores fugaces y miserablemente económicos que tocan y se van. Si es extenso se las toman, huyen. No voy a cuestionar esos hábitos, o esos modos fragmentarios de lectura, el calor no me lo permite, pero voy a recordar que casi todas las revistas cholulas que se precien se asemejan: rutilantes títulos que anuncian variedad de temas, perfectamente equilibrados según una fórmula inefable; buena producción de fotos y notas breves, escuetas, casi insignificantes como para cumplir con la letra y dormir tranquilos el sueño ágrafo, con la conciencia limpita, tan limpia como la página en blanco...
Por supuesto, no pueden dejar de incluir anagramas, crucigramas y acertijos...

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8 Comments:

Blogger Silvia said...

Yo reconozco que no superé el prejuicio...admiro tu voluntad.

12:43 a. m.

 
Blogger Martina Lopez Brazzola said...

Buenas noches; mi nombre está ahí arriba, como un título. Estuve leyendo tus poemas y... de verdad, hace un poco de sueño como para expresarlo demasiado bien, pero me parecieron de lo mejor en poemas "de amor" que leí. No es adulación, no dije "lo mejor", dije "de lo mejor", y no es que no haya leído nada, nada más que a mí siempre me resultó difícil llegar o encontrar ese equilibrio entre sentimiento profundo y dignidad literaria, (quizás en un rato se me ocurra una manera mejor de expresarlo). La mayoría suele caer en la cursilería o el romanticismo (no son lo mismo), o, por evitarlos, otros se enriedan en las palabras indescifrables, las metáforas despersonalizadas, o la lisa y llana supresión (o más bien, limitación) del tema del amor y afines en sus obras. Después hay quienes consiguen superar la encrucijada con diversas claves (la oscuridad, la sencillez, la camaradería... por decir algo, no sé), y esos son los que están también en el rubro "de lo mejor". Pero lo tuyo tiene algo muy parecido al equilibrio, es decir, creo que el equilibrio es tu clave, pero no un equilibrio estático y seguro, noooo, un equilibrio peligroso, peligrosísimo, hasta tensionante, pero fluido, y suave todo a la vez. Te escribo esto porque de verdad me impactó mucho esa sensación mientras los leía. (leí también algunas arritmias y un relato y me parecieron muy buenos).¡Un gusto!

1:58 a. m.

 
Blogger Ginger said...

Calor y frio, día y noche, amor y pasión... Cuantas cosas opuestas y conectadas entre sí comparto con el autor de estos posts que me atrapan... Forma única y antestesiante de sentirme y permitirme ser alcanzada.

Besos.

6:02 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

En algún momento te vencerá el "llamado" del teclado y vas a regalarnos de esos tus textos que sin importar su extension leeremos una y otra vez arrobados por la belleza y vivacidad de tus palabras...basta con un duchazo antes de sentarte y asi desnudito empiezas a escribir.....
Aunque mira que el calor a veces es buena musa!!
BESO ANSIOSO
GUADALUPE
http://elbagajedeladiva.bitacoras.com

3:02 a. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Yo no me deshago de mis prejuicios acerca de los bestsellers, veo que con juicio :)
Sobre los hábitos de lectura... mucho habría que decir, pero es que ahora mismo, al contrario que tú, estoy pasando bastante frío,y el teclado está helado...
Besos

8:51 a. m.

 
Blogger Elisa de Cremona said...

mmhh.. yo soy prejuiciosa, no lo niego... pero es que es tan obvio..
besosss

10:40 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Eres un valiente. A mí mis prejuicios me pueden en asuntos como "El Códio Da Vinci". Nadie es perfecto (y yo menos que nadie).

Por cierto, desde donde te escribo hace mucho frío. Así que ya sabes: te embarcas en una cáscara de nuez y dejas atrás ese infierno.

Abrazo cálido.

3:28 p. m.

 
Blogger Jorge Alberdi said...

Creo que ser prejuicioso -luego de haber terminado el mamotreto- ahorra esfuerzos vanos. Ahora, queridas Silvia, Martika; Elisa; Ella... como dijo Charlie García -interpretación libre de Freud- 'todo lo que uno hace lo hace para conseguir chicas!' Con ustedes así de prejuiciosas este pobre muñeco está liquidado...
Igual las quiero a todas.

5:35 p. m.

 

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