La más variada fauna, entre pensamiento, imagen, poesía y erotismo: ¡todo!, en definitiva.

11.2.07

En boca cerrada, no entran moscas






Volví a degustar, luego de muchos años, ‘Angel Heart’, la película de Alan Parker. Lamentablemente, la adaptación española del título la traiciona porque adelanta, en alguna medida, el golpe de efecto final.





Si el director hubiese leído la ‘Tesis sobre el cuento’, de Ricardo Piglia, y se hubiese propuesto aplicarla a la trama de un filme, no podría haber obtenido mejor resultado. La película cuenta dos historias; la historia uno, el relato visible, esconde otro, secreto, cifrado. Historia que aparece al final y en un revés obliga a apretar el play, y volver a verla. Porque uno, que estaba viendo un policial, termina preguntándose, inevitablemente, si vio la película correcta.
Narrar dos historias implica considerar dos sistemas causales diferentes, diría Piglia, y aquellos elementos secundarios en una, son esenciales en la otra.
Quien ya vio la película, pudo comprobarlo, quien no, por favor, no siga leyendo y asegúrese de conseguir una copia en su club de cine amigo, vale la pena.

Hay un elemento en particular que llamó mi atención desde la primera vez que la vi: la proliferación de imágenes de ventiladores. Es sabido que es un objeto caro a muchos directores (recuerdo una escena en una película de Antonioni filmada desde arriba de un parsimonioso ventilador de techo). Pero esa insistencia en la legión ¿es un mero recurso estético en ‘Angel Heart’? Tecnología doméstica mediante ¿cuántas apariciones del simbólico círculo podremos contar? ¿6; 66 ó 666 fotogramas como sumatoria de la infernal multiplicación?
Durante la Edad Media el diablo, Satanás, el demonio (o su plural), es concebido como de carácter inmaterial; espíritu, esencia pura, y como tal puede adaptarse a multitud de formas, las cuales dependerán de la finalidad que persiga. Se manifestará físicamente de muchas maneras, para librar su batalla contra dios, arrastrando cuanta almita pueda para su molino. Las apariciones más comunes varían entre figuras humanas y animales, pero puede adoptar cualquier otra. Tres son los tópicos fundamentales de su accionar; la corrupción del alma; la posesión violenta y el pacto satánico. Así, simular una figura humana, preferentemente femenina, para socavar el alma por medio del engaño o la tentación para que cayera en numerosos pecados (principalmente la lujuria), era común. Los muchos testimonios acerca de ‘súcubos’ lo corroboran.
El universo entero estaba imbuido de la presencia de Belcebú (cuya acepción se remonta miles de años atrás, hasta el hebreo Ba´al zebub, el dios mosca, el señor de las moscas). Uno de los gestos que nos llegan hoy, bajo la norma de un modo adecuado de comportamiento social —el taparse la boca, o hacer la señal de la cruz, al momento de bostezar— tiene un claro origen es esta época: el demonio podía transformarse en viento, entrar por los orificios del cuerpo y consumar la posesión. Parker cifra, de ese modo, la presencia del demonio. Ya no se trata solo de las palas de un ventilador que lo denuncia, le basta con un leve movimiento de cortinas para decirlo.
En la otra historia, los tres tópicos se cumplen: hay posesión a través del ritual donde Epiphany (¿otro código? Epifanía significa también manifestación) copula con los dioses y de cuyo trance nace un hijo sin padre; hay engaño cuando Harry, arrebatado por la lujuria, tiene sexo con su propia hija; y hay un pacto demoníaco, que Johnny Favorite pretende incumplir, que es el eje de esta trama secreta. Pacto que no puede consumarse mientras Harry no recuerde quien es realmente.

‘Angel Heart’ es el relato de un viaje iniciativo donde conocer ‘la verdad’ para el personaje, implicará su segura condenación.
Quizá lo que termine decepcionando de la película es la persistencia del concepto cristiano de que el conocimiento está relacionado con el mal. Este Louis Cyphre; ‘Lucifer’ (que, curiosamente, significa ‘portador de luz’), no se asemeja en nada al Prometeo griego, que fue castigado por robar el fuego a los dioses y entregarlo a los hombres para el desarrollo de su ciencia.

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9 Comments:

Blogger ana said...

Jorge, tal vez te interesa lo que he publicado en mi blog.

Un beso desde Holanda.

10:15 p. m.

 
Blogger Jorge Alberdi said...

Suelo llegarme hasta tu blog, y me detengo en esas traducciones al español que tienen un no sé qué de extrañeza de la lengua. Y me detengo también, en tus fotos, como la de ana se va a panamá, los 'dos' paisajes son bellos. No dejo de recordar que me debes un dibujo.
Un beso

4:56 p. m.

 
Blogger Silvia Sue said...

La veremos, lo juro. Ya la veremos.
Podría ser esta noche, frío súbito e impensado en Santa Fé en pleno Febrero.

7:14 p. m.

 
Blogger ana said...

Ai, lo de "no sé qué de extrañeza de la lengua" suena inquietante. Traducciones 'de exrañeza de la langua' me parecen malas traducciones. Gabriel Casas, autor del cuento del que habla Marcel Haenen, la llamó una buena traducción. Debe ser cortesía suya.

De todas formas gracias por tu visita, sigues siendo bienvenido.

El retrato ya no hace falta, tu foto fea ya no la veo.

Un beso.

2:57 p. m.

 
Blogger Jorge Alberdi said...

ana: no hablo de malas o buenas traducciones. Traducir es traicionar. Traducir es crear.
Me basta deslizarme de una provincia a otra de este vasto país para encontrarme con las 'extrañezas de la lengua', que 'engordan' mi españolísimo argentino básico, y las celebro. Lamento lo de la falta de la foto fea, ya pondré otra tan linda como la anterior. A menos que quieras avanzar con el retrato, y lo pongo en su lugar.
Besos

2:21 a. m.

 
Blogger ana said...

Completamente de acuerda: traducir es traicionar. Pero existen buenos y malos estafadores.

En cuanto a la foto: ya te pedí que me mandaras una foto tuya a mi correo electrónico privado: ab.brus@wanadoo.nl. Haré un esfuerzo.

Baci (poco infectada por los italianos, pero no te preocupes, sólo de carácter pasajaro) di Ana.

9:01 a. m.

 
Blogger Ginger said...

Mi querido Alberdi:

Solamente par decirte que desde el viernes soy dueña de una sonrisa infinita gracias a ti. No tengo palabras suficientes para agradecer tan lindo gesto.

Te mando un gran beso.

2:06 p. m.

 
Blogger Unknown said...

Es que, una cosa es lo que está afuera y otra la que está adentro. Con la primeroa todos podemos, con la segunda¿quién supo?

5:37 a. m.

 
Blogger hetsah said...

yo me quedé pegada pensando en el título del post

4:08 p. m.

 

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